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Apreciados estudiantes a partir de este momento empezamos una nueva vía de interacción, no solo en el aula de clase sino también aprovechando los medios tecnológicos, por lo tanto en este blog encontraras día a día partes de los temas de la clase con una ampliación de la misma para que puedas tener la oportunidad de ampliar tus ideas, observar otras posibilidades de aprender que por cuestión de espacio y tiempo no es posible desarrollar en la clase. Es de resaltar que nos estaremos valiendo de diferentes fuentes y desde aquí colocaremos los enlaces para que puedas explorar otras webs, blogs con temas similares, vídeos, animaciones, audio, todo lo que nos lleva a ver las Ciencias Naturales desde otra perspectiva. 







La sobrepoblación



La sobrepoblación es un término que se refiere a una condición en que la densidad de la población se amplía a un límite que provoca un empeoramiento del entorno, una disminución en la calidad de vida, o un desplome de la población.
El impacto que las poblaciones humanas ejercen en el ambiente natural es severo. Muchas especies animales y vegetales han sido extinguidas por el avance de las manchas urbanas, la contaminación es un problema cada día más grande por el uso de más coches y la industrialización de los países emergentes.La sobrepoblación humana ha sido influida por factores diversos, como el incremento en la duración de la vida, la ausencia de enemigos naturales, la mejora en la calidad de vida, y la accesibilidad a mejores bienes.


¿Cómo influye la sobrepoblación sobre el impacto ambiental?

La sobrepoblación es uno de los principales problemas que deterioran el medio ambiente, debido a que el progresivo aumento y saturación de la población en una determinada región, provoca que muchas especies animales y vegetales sean extinguidas por el avance de las manchas urbanas, la contaminación, la cual es un problema que cada día se vuelve más grande por el uso de más vehículos y la industrialización de los países emergentes.
Hay países subdesarrollados que  no han implementado medidas educativas con respecto a la sexualidad, por lo cual la población tiende a crecer incontroladamente, provocando así un exceso  de personas concentradas en una misma región.
Este exceso de personas que progresivamente se va acumulando en una determinada región, provoca que se produzca una incontrolada contaminación, lo que trae como consecuencia  que las especies animales y vegetales sean desplazadas de su hábitat natural.


Causas y efectos de la sobrepoblación

Un aspecto importante de la llamada crisis ambiental actual es el problema de superpoblación, y hasta se podría decir que dicho problema es el punto de partida para otros tales como la contaminación, sobre uso de éstas y otros. El problema de la superpoblación se tiene que considerar en base a tres indicadores generales, a saber: la estructura y dinámica demográfica, los patrones de asentamiento y los patrones de movilidad.

Aspectos cualitativos

La demografía no estudia las poblaciones únicamente como stocks ―volumen y su cambio en el tiempo―, sino que también muestra su interés en conocer cuál es su estructura, pues el crecimiento poblacional se debe en buena parte la estructura de población, al tiempo que ésta viene condicionada por su crecimiento.
El concepto de estructura, en demografía, es muy simple y claro: se trata únicamente de la distribución de la población según algún criterio de clasificación basado en las características sociodemográficas individuales, como el sexo, la edad, el estado civil o cualquier otro, expresando esta distribución en porcentajes del total. Precisamente es la conversión de los datos en porcentajes es la que permite comparar las estructuras de dos poblaciones aunque tengan un volumen diferente.
La pirámide de población es la representación gráfica de la estructura por sexo y edad de una población. Se trata de un gráfico peculiar, porque rompe una regla universal a la hora de representar datos en un diagrama cartesiano: la regla es que el eje de las abscisas (la variable independiente) debe ser la horizontal.
En este caso la variable independiente es la edad, y la variable dependiente es la cantidad o proporción de personas que tienen cada edad. Sin embargo, se dibujan invirtiendo su posición, y la edad está en el eje vertical.
Para calcular los porcentajes se divide cada valor de sexo y edad por el total de la población. Hay que tener cuidado de no incurrir en el frecuente error de dividir por el total del sexo. De esta segunda manera los dos lados de la pirámide, correspondientes a cada sexo, tendrían la misma superficie y enmascarar las diferencias que casi siempre se producen por la mayor supervivencia femenina. También es una convención universal situar los valores masculinos a la izquierda ya la derecha los femeninos.
El gráfico siguiente presenta la pirámide por sexo y edad de la población mundial del año 2010. Se puede apreciar una cierta estructura piramidal, en la que casi todas las franjas de edades tienen un número de efectivos superior a la inmediatamente superior, como reflejo una población en crecimiento, básicamente por presentar una natalidad moderada.
Esta pauta general, sin embargo, parece diluirse fuerza entre las generaciones más jóvenes, es decir, en las franjas de edad entre los 0 y los 25 años. Así, la pirámide nos indica una progresiva disminución de la natalidad en el último cuarto de siglo, en tanto que la base de la pirámide ya no se ensancha más, sino que se produce una cierta estabilización del número de efectivos en estas edades.
Por lo tanto, podríamos calificar esta estructura como la de una pirámide de transición, desde un modelo expansivo-con un fuerte crecimiento en un pasado reciente-hacia uno más regresiva, caracterizado por una disminución del ritmo de crecimiento que puede desembocar en un estancamiento de la población mundial. La explicación hay que buscarla, probablemente, en la disminución general de la fecundidad, ya sea por la adopción de nuevos patrones de maternidad , o bien por la implementación de políticas decididas de reducción de la natalidad, siendo el ejemplo chino el caso más significativo en este sentido.
En el extremo contrario de la pirámide, cuya cúspide nos refleja un número todavía muy bajo de población vieja, si bien la tendencia general apunta hacia un progresivo envejecimiento de la población. Es, también, en estas franjas de edades más avanzadas donde la diferencia de efectivos entre hombres y mujeres se manifiesta de forma más clara: mientras en el conjunto de la población total el porcentaje de hombres (50,37%) es bastante similar al de mujeres (49,63%), en las edades superiores a los 65 años el equilibrio se rompe en beneficio de la población femenina (44,21% frente al 55,79%). Y si nos fijamos en que ocurre en las edades más avanzadas, por encima de los 85 años, observamos como la desproporción es aún mayor (el 32,50% y el 67,50%, respectivamente). La mayor esperanza de vida de estas últimas es la principal explicación.
Como siempre, sin embargo, esta tendencia a escala planetaria esconde realidades estatales bastante diferentes. A modo de ejemplo, se muestran dos pirámides de población con unas estructuras totalmente diferenciadas, como son la de Japón y la de Níger, dos países, como sabemos, con unas previsiones de crecimiento totalmente diferentes: una fuerte regresión de la población en el primer caso, y un fuerte crecimiento en el segundo.
Hay que tener en cuenta que ha sido necesario variar la escala del eje de las abscisas para poder representar correctamente el porcentaje de cada grupo de edad en ambos casos: mientras que en Japón ningún grupo de edad y sexo supera el 4% de la población total, en el caso del Níger los niños y niñas de 0 a 4 representan, para cada sexo, más del 10% de la población total del país.
Las diferencias entre un país y otro, pues, saltan a la vista. En primer lugar, el caso de Japón se trata de una pirámide regresiva, reflejo, por un lado, de la disminución constante de la natalidad ―con una base de la pirámide significativamente estrecha― y, por otro, de la llegada de generaciones muy numerosas en las edades más avanzadas, reflejo de la elevada esperanza de vida-la más alta del planeta ―y, por tanto, del progresivo envejecimiento de la población. Por su parte, la pirámide de Níger es claramente una pirámide expansiva, caracterizada por una elevadísima natalidad, pero también por una mortalidad muy alta, que determina que cada grupo de edad sea significativamente menos numeroso que el grupo de edad inmediatamente más joven, con ausencia de población en las franjas de edad más avanzadas.
Como se decía al principio de este apartado, y a la vista de las pirámides de población, es evidente que la estructura y el volumen ―y la variación de éste en el tiempo, es decir, el crecimiento― de una población son dos fenómenos íntimamente relacionados, y que uno condiciona al otro y viceversa. Sin emabrgo, ¿cuál es el mecanismo que hace que una población presente patrones de natalidad y mortalidad tan elevados y cuál es la relación con el ritmo de crecimiento de la población? ¿Qué explica las situaciones tan diferenciadas de países como Japón o el Níger en la actualidad? 

Distribución espacial y crecimiento de la población mundial








               El Mito de la Sobrepoblación Humana


Con base a este video podriamos comentar dandole respuesta a las siguientes preguntas:

 1.-¿Qué dicen los organismos internacionales especializados sobre la disponibilidad de alimentos en el mundo?
2.-¿Existe una verdadera sobrepoblación humana?
3.-¿Existe escasez de alimentos?







La interrelación entre población y medio ambiente

La relación entre la población y medio ambiente, el impacto de la primera en este último, ha sido una cuestión largamente estudiada a lo largo de la historia. El continuo crecimiento de la población, especialmente intenso desde el inicio de la Revolución Industrial, ha sido la causa que numerosos científicos teorizan sobre los efectos de la población en el medio ambiente en general y en los recursos naturales en particular, partiendo, eso sí, de bases conceptuales diferentes.
Por lo tanto, creemos necesario antes de proseguir en nuestra exposición, presentar, grosso modo, como han sido tratados los dos conceptos básicos con los que trabajamos: la población y el medio ambiente.
A pesar de ciertas excepciones, en la mayoría de las aproximaciones realizadas en concepto de población está limitado al crecimiento demográfico, al aumento del volumen total de la población, sin atender otras variables demográficas de gran interés como la estructura por edad y sexo, los patrones migratorios, la distribución espacial de la población, las pautas de movilidad o la relación de los individuos con la actividad. Pocos autores son conscientes de esta carencia y algunos intentos para paliar esta situación, como el foro virtual organizado por Population and Environment Research Network a través de su página web, han resultado decepcionantes, derivándose el debate, un vez más, a la simple visión de la población como volumen total agregado de individuos.
Otra omisión constante es la no consideración de los demás aspectos caracterizan las sociedades aparte de sus características estrictamente demográficas. En este sentido, diversos autores defienden que en su relación con el medio ambiente, hay que considerar los aspectos sociales y culturales de la población, de manera que para reducir la presión sobre los recursos no basta con poner en marcha políticas de control de la población (como es el caso, por ejemplo, de la actual política de China) sino actuar sobre otros factores como los culturales, los sociales y los económicos, destacando la importancia de elementos como la pobreza, las leyes del mercado o las políticas gubernamentales. Así, en contraste con la relación directa entre las demás especies y el medio ambiente, este punto de vista enfatiza la organización social y cultural humanas, de modo que el cambio ambiental es entendido tanto como un proceso natural como social.
Sin embargo, la idea dominante, simple pero no por ello menos cierta, de la mayor parte de los estudios es que el aumento de la población ejerce una presión creciente sobre el medio ambiente, por la necesidad, también creciente, de abastecerse de las materias primas necesarias para su propia supervivencia. De esta manera, el crecimiento de la población provoca una mayor presión sobre el suelo por el mayor requerimiento de tierras de cultivo y por la competencia existente entre las diferentes actividades económicas, el agotamiento de ciertos recursos minerales y fósiles por las mayores necesidades energéticas.
El medio ambiente, por contra, ha sido definido de muchas maneras diferentes, que incluyen tanto zonas climáticas o localizaciones urbanas o rurales como, sobre todo, recursos naturales específicos (aire, agua, bosques y suelos principalmente). Clarke (1995) ofrece tres posibles definiciones de medio ambiente:
  • Física / natural. El medio ambiente es entendido como las características de los paisajes (el clima, los suelos, la geología...) que no han sido modificadas por el impacto humano.
  • Geográfica. Tiene en cuenta cambios producidos por el hombre, acostumbrándose a distinguir entre paisaje habitado / inhabitado, urbano / rural... En la actualidad, una de las principales líneas de investigación, como se verá más adelante, es cuantificar la importancia relativa de los factores humanos y naturales en los cambios medioambientales.
  • Ecológica. Son las condiciones externas o ambientales en las que viven los animales y las plantas.
En la mayoría de los casos, la visión del medio ambiente se ve restringida al concepto de recurso ambiental. A pesar de la disparidad de sus definiciones, la más consensuada entre los autores, posiblemente por su amplio carácter, es la realizada por las Naciones Unidas, por la que los recursos naturales son «todos aquellos productos de la naturaleza que tienen una utilidad para la humanidad».
Esta definición, si bien es excesivamente general, contiene tres ideas básicas que se repiten en la mayoría de las definiciones: a) el hecho de que son parte o se obtienen a partir de un sistema natural, b) que satisfacen necesidades y c) que enfatizan el carácter pasivo de la disponibilidad de los recursos naturales, ignorando el proceso activo de apropiación y transformación de los recursos a través de la aplicación del conocimiento científico-técnico. De esta manera, por tanto, su consideración como tales puede variar a lo largo del tiempo y del espacio.
Así, no se puede considerar los recursos como un stock, ya que su valor depende de las necesidades y de la situación tecnológica de cada momento más que del recurso en sí mismo. De hecho, lo que se da es un flujo de recursos regulado por la dinámica de los fenómenos naturales y por la dinámica del sistema social, su capacidad de «crear» nuevos recursos que en sustituyan otros de obsoletos. Asimismo, el mismo autor destaca la diferencia existente entre los conceptos de recurso y reserva, ya que este último hace referencia únicamente a los depósitos conocidos, que pueden ser explotados con las tecnologías disponibles a precios corrientes, mientras que, como hemos visto, los recursos es un concepto bastante más amplio. Por otra parte, la división entre renovables y no renovables es empleada a menudo a pesar de su cierta ambigüedad, ya que no se tratan de dos categorías plenamente excluyentes la una de la otra.
FiFinalmente, las variables usadas para medir la degradación ambiental incluyen tanto medidas cuantitativas (la polución, la pérdida de suelo ...) como cualitativas (la percepción de la población).
Otro aspecto a destacar los estudios sobre población y medio ambiente es la bidireccionalidad de las relaciones que se establecen entre estas dos conceptos. Así, una primera perspectiva es la que estudia la población como agente receptor de los cambios medioambientales, es decir, como la degradación del medio, los desastres naturales, etc. tienen consecuencias sobre la población, independientemente de que ésta pueda haber actuado, previamente, y de forma directa o indirecta, como agente causante de estos cambios. Mientras esta primera perspectiva ha sido desarrollada principalmente en los estudios centrados en los países del Tercer Mundo, los trabajos referentes a los países occidentales, por el contrario, la perspectiva dominante es la que considera la población (sus actividades económicas, la explotación y el consumo de recursos naturales ...) como agente causante de la degradación ambiental.
Finalmente, antes de iniciar la exposición de las líneas de investigación que históricamente se han desarrollado sobre la relación entre población y medio ambiente, hay que hacer una referencia a la disponibilidad de los datos. La primera dificultad con que nos encontramos es la a menudo no comparabilidad de los datos demográficos por un lado y las ambientales para la otra, ya que a menudo no están referenciadas ni a un territorio ni a un período de tiempo similares. Una de las causas de este hecho es la recogida por separado de ambos tipos de datos, realizada con otros fines que la de analizar la relación entre población y medio ambiente.
En general, la base empírica para estimar la distribución, el crecimiento y el tamaño de la población es mejor que la que existe para el medio ambiente, gracias a la información recogida en los censos de población, sistemas de registro civil y encuestas por muestreo. En cuanto al medio ambiente, existen grandes diferencias entre países respecto a los siguientes temas: a) la disponibilidad de datos primarios, b) la calidad, comparabilidad y frecuencia de la recopilación de los datos y c) la calidad de los sistemas de información resultantes.

La población mundial. Una perspectiva demográfica

La demografía es la ciencia que estudia la población, en un sentido amplio, tanto del punto de vista estático (lo que conocemos como stocks) como desde el punto de vista dinámico (flujos). Un stock no es más que el conjunto de población que hay en un momento concreto en un lugar determinado, mientras que el flujo es el movimiento (natural o migratorio) que hace variar el volumen y la composición de los stocks en el tiempo.


Como el objetivo del presente módulo es poner en relación las consecuencias que el crecimiento demográfico tiene sobre el desarrollo sostenible desde un punto de vista global, el análisis propuesto se basa en dos aspectos: en primer lugar, la perspectiva cuantitativa (es decir, la medida del volumen de población y de su crecimiento) y, en segundo lugar, la perspectiva cualitativa, que analiza la composición interna (es decir, la estructura) de la población mundial.
En ambos casos, el estudio que se propone abarca tanto la escala global (planetaria) como estatal, con el análisis de las diferencias regionales en el volumen y el crecimiento de la población.

Aspectos Cuantitativos

Conocer y entender cuál ha sido la evolución del número de habitantes del planeta Tierra es un elemento fundamental a la hora de abordar la cuestión del desarrollo sostenible.
De hecho, el principio primero la Declaración de Río para el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, del año 1992, afirma que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Todos tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.»
Pero a la vez, la población y su crecimiento es, junto con el crecimiento económico, una de las causas humanas principales del cambio global: a medida que la población aumenta también aumentan las necesidades de recursos, por lo que el desarrollo se convierte en insostenible.
En términos demográficos, el crecimiento se puede producir por dos factores. Por un lado, lo que conocemos como movimiento natural, que no es más que la diferencia entre los número de nacimientos que se producen en una determinada región en relación al número de defunciones. Por otra parte, el otro factor que determina el crecimiento de la población es el llamado movimiento o saldo migratorio, es decir, la diferencia entre el volumen de la emigración y el de la inmigración.
Cada uno de estos dos elementos actúa de manera más o menos independiente del otro, si bien es evidente que hay ciertas interrelaciones y que, en algunos casos, el crecimiento de uno se puede deber al hecho de compensar la disminución del otro, o viceversa. Se establece así un juego de relaciones que nos determinarán el signo y el volumen del crecimiento del conjunto de población. De este modo, hablaremos de crecimiento positivo (ganancia de población) si el balance entre ambos es positivo, o de crecimiento negativo si por la combinación de ambos efectos hay una disminución de la población.
  • Crecimiento
  • Crecimiento positivo
  • Crecimiento negativo
Como se puede deducir, a escala planetaria, en su calidad de sistema cerrado, sin entradas y salidas hacia o desde el exterior, el único factor que determina el crecimiento de la población es el movimiento natural. En cambio, a escalas más pequeñas (regionales, estatales...), la evolución de la población puede deberse a un factor, al otro, o a los dos, ya que el peso de cada uno de ellos es diferente en cada territorio analizado. Así lo pone de relieve la llamada ecuación compensatoria, por la que el crecimiento es fruto de la casuística del movimiento natural, por un lado, y del saldo migratorio, por el otro:
Crecimiento = Nacimientos - Defunciones + Inmigración - Emigración
o, simplemente,

Crecimiento = Movimiento natural + Saldo migratorio

Los siguientes apartados tienen como objetivo medir, de una manera didáctica, cuál ha sido el crecimiento reciente de la población mundial y cuáles son las tendencias futuras.